Agua verde esmeralda al pie de la legendaria pared oriental del Watzmann: una excursión al Königssee (el Lago del Rey), en el parque nacional Berchtesgaden es una experiencia única en la naturaleza.
Los imponentes picos de los Alpes de Berchtesgaden se yerguen casi en vertical respecto a la orilla del lago, que alcanza 192 metros en su punto más profundo. Por este motivo, apenas hay senderos que trascurran directamente junto al agua.
Quien desee descubrir el impresionante escenario en torno al lago de montaña más famoso de Alemania, tendrá que tomar un barco y, a cambio, podrá comprobar el famoso eco que ofrece el entorno.
Tan pronto como se sube a bordo de uno de los barcos eléctricos, el estrés, el ruido y el bullicio se quedan en tierra. Unos minutos más tarde, el patrón detiene el barco y toca su trompeta para mostrar cómo reverberan las empinadas paredes que rodean el Königssee.
La demostración del eco es tradición en el viaje por el Königssee, al igual que los silenciosos motores eléctricos con los que la flota llevará funcionando ya sus 100 años. En temporada alta, los 18 barcos salen cada 10 minutos del embarcadero (Seelände) y llevan hasta 5000 personas al día.
Tras alrededor de media hora de viaje, el barco atraca en la península St. Bartholomä (San Bartolomé), detrás de la cual se eleva la imponente pared oriental del Watzmann. En St. Bartholomä impresiona la capilla de peregrinación fundada en 1134, con sus famosas torres rojas con forma de cebolla.
También merece la pena visitar la finca de caza de la familia Wittelsbach, que es actualmente un restaurante en el que se puede ir a comer cocina tradicional de Baviera.
Igualmente recomendable es la visita a la cámara de ahumado, de 400 años de antigüedad, en la que el pescador del Königssee, de acuerdo con la tradición, ahúma las pequeñas truchas alpinas con madera de abedul y las convierte en «Schwarzreiter», una especialidad que solo se da en el Königssee.
En St. Bartholomä se puede participar en un paseo guiado de descubrimiento del paisaje o adentrarse en la península con un guardabosques del parque nacional para conocer su flora y fauna tan especiales. Hay disponible un resumen de las ofertas y las fechas en el punto de información del parque y en nationalpark-berchtesgaden.de.
Las vacas de la zona también viajan por el Königssee: cada principio de verano hacen el viaje en barco hasta los exuberantes pastos alpinos del parque nacional.
Quien lo desee puede continuar el viaje y, después de otros 20 minutos en el barco, llegará a la parada de Salet, el extremo posterior del lago de ocho kilómetros de largo, además de la entrada al paraíso natural del parque nacional de Berchtesgaden. Primero se llega al Obersee, que una vez estuvo separado del Königsee por una morrena.
Desde el extremo sur del Obersee, hay otros 30 minutos de recorrido a pie hasta la cascada del Röthbach, la más alta de su clase en Alemania: más de 400 metros de caída de agua por la roca.
Los barcos también paran para quien lo solicite en el Kessel: si se dispone de buena forma física, se puede emprender desde aquí el camino a la idílica pradera alpina Königsbachalm (1200 metros) y continuar hasta la Gotzenalm (1685 metros). Este recorrido es todo un clásico en el parque natural de Berchtesgaden.
Incluso las vacas autóctonas viajan por el Königssee: a principios de cada verano hacen su viaje en barco hacia los ricos pastizales alpinos del parque nacional, para volver de nuevo en otoño a sus establos.
Cuando vuelven a pisar tierra firme, se las adorna con artísticos ornamentos para celebrar la llamada fiesta del Almabtrieb. Si desea conocer esta pintoresca fiesta, principios de octubre es el momento para hacerlo.
Consejo: Para hacer una excursión de un día al campo a Berchtesgaden conviene levantarse temprano. El viaje desde Múnich dura unas dos horas.
